Entre agujas y cicatrices
Desnudé con la mirada aquel cuerpo de papel y tinta que reposaba sobre el ébano de mi buró, olisqueando el olor que emanaba de los bordes amarilleados con el paso de los años.
Pude tomar una bocanada del aire que se viciaba entre aquellas paredes de piedra y astillas antes de sentirlo entre mis manos una vez más.
La tinta corría por las apergaminadas páginas musitando historias pasadas, jactándose de mi fachada de hombre demolido por el tiempo.
Hojeando con desdén aquel amasijo de recuerdos y frases inacabadas, así la pluma entre los dedos y la deslicé sobre el lienzo de mi vida abriendo nuevas cicatrices sobre las cuartillas.
Nunca más volvió a llorar tinta, y es que el tiempo todo lo muda, todo lo ensarta en sus agujas de realidad, asesinando el recuerdo.